Los ministros de Economía de la UE buscan un acuerdo para liquidar bancos – Alemania se resiste al mecanismo único

FUENTE-Europapress. Los ministros de Economía de los Veintiocho tratarán de alcanzar este martes un difícil acuerdo sobre la creación de una autoridad europea única responsable de liquidar los bancos con problemas y un fondo único para financiar las quiebras. Este mecanismo es la segunda pieza de la unión bancaria, cuyo objetivo consiste en acabar con la fragmentación del crédito en la eurozona y romper el circulo vicioso entre deuda bancaria y deuda soberana.

Alemania encabeza la resistencia al proyecto porque teme que sea una forma encubierta de mutualizar la deuda bancaria y le obligue a asumir pérdidas de entidades de otros Estados miembros. Berlín propone como alternativa provisional una red de autoridades y de fondos nacionales.

   Durante los últimos días y horas se han multiplicado las reuniones a todos los niveles para tratar de acercar posturas y cumplir el plazo de llegar a un acuerdo antes de fin de año. Así, el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, convocó el pasado viernes en Berlín a sus homólogos de Francia, Italia y España, así como al comisario de Servicios Financieros, Michel Barnier, y al presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem.

El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha asegurado que todos los países están mostrando «flexibilidad». «Creo que mañana (por el martes) seremos capaces de llegar a un acuerdo», ha señalado Guindos, que ha agregado que ello sería «muy positivo» para la unión bancaria. No obstante, otros ministros como el alemán o el irlandés se han mostrado más escépticos y no han descartado que haya que convocar otro Ecofin la semana que viene.

El primer y más importante punto de discusión es quién debe asumir el poder para decidir sobre la liquidación de bancos. Una amplia mayoría de delegaciones han convergido en la opinión de que esta tarea debe encomendarse a la Comisión. Pero Berlín quiere que sea el Consejo (es decir, los Gobiernos) el que tenga la última palabra, una solución que según el resto de países no es práctica cuando haya una emergencia porque habría que reunir cada vez a los ministros.

Tampoco hay acuerdo sobre el sistema de votación, y por tanto el reparto de poder, en el seno del comité de resolución único, que preparará las decisiones de liquidación y en el que sí estarán representados los Estados miembros.

Las divergencias alcanzan además al número de bancos que estarán sujetos a la nueva autoridad única. Berlín quiere que sólo cubra a los 130 grandes bancos que estarán supervisados por el Banco Central Europeo (BCE), lo que le permitiría mantener el control sobre sus cajas de ahorro. Pero el resto de países apoyan la pretensión de Bruselas de que el sistema se extienda a las 6.000 entidades de la eurozona, porque también las pequeñas pueden provocar grandes agujeros, como han demostrado las cajas españolas.

El compromiso podría pasar por dar un mayor papel a las autoridades nacionales de resolución, como el FROB en el caso de España, a la hora de tratar con los bancos más pequeños.

En cuanto al fondo de resolución, la Comisión ha propuesto que se fusionen los fondos nacionales existentes para crear un mecanismo único, que estaría prefinanciado por la banca y contaría con una dotación de 55.000 millones de euros. Pero Alemania exige que cualquier financiación para resolución venga únicamente de los fondos nacionales de los Estados miembros participantes.

En este caso se habla de una solución transitoria, propuesta por Holanda, que consistiría en un fondo único con compartimentos nacionales que se iría mutualizando progresivamente.

Para reducir el uso de ayuda pública, Berlín propone de nuevo adelantar de 2018 a 2015 la entrada en vigor de la nueva norma que obligará a los bonistas sénior y a los grandes depositantes a asumir pérdidas en caso de quiebras bancarias.