No fijar la mirada, evitar tocar a la mujer y prudencia con el cerdo, consejos para hacer negocios en Asia y mundo árabe – Casa Árabe

FUENTE-Europapress. No mirar fijamente a los ojos a un coreano, evitar tocar a la mujer en el mundo árabe y ser prudentes con el cerdo y el alcohol en países musulmanes son algunos consejos que pueden evitar malentendidos y situaciones comprometidas a la hora de hacer negocios.

Un curso que arranca este martes en la sede de Casa Arabe en Madrid pretende dar respuesta a algunos interrogantes sobre cómo se abordan los negocios en estas regiones, cómo se saluda correctamente o qué hay que saber para no quedar como un maleducado.

   Repartido en cuatro módulos dedicados a los países del Golfo Pérsico, el Magreb, India y China, y Japón y Corea, el curso ofrece una introducción a la cultura, sociedad y religión de cada región y país, hace una aproximación a sus economías y a las relaciones con España, y prepara al alumno para que sepa cómo comportarse correctamente cuando entable una relación profesional con ciudadanos y empresas de estos países.

Ana González, especialista en economía y negocios en países árabes y una de las ponentes del curso, no duda en dar un consejo general aun cuando existen diferencias entre unos países y otros del mundo árabe. «Hay que observar al interlocutor, ser prudente y respetuoso», afirma. No se trata tanto de evitar ofender al otro como de mostrar interés y esfuerzo en respetar a nuestro interlocutor, explica a Europa Press.

Como ejemplo, aconseja a las mujeres occidentales que, a la hora de saludar a un hombre, esperen a ver si él les tiende la mano. Si lo hace, se la estrechamos, pero si no le saludamos sin tocarle. A los hombres occidentales les recomienda que, como norma general, eviten presentarse directamente a una mujer y se abstengan de tocarla.

González pone énfasis en los aspectos relacionados con la comida y el alcohol. «Si organizas una recepción, yo de entrada no serviría alcohol por una cuestión de respeto», explica esta experta, que avisa de la necesidad de ser «muy estrictos» con los alimentos que proceden del cerdo, sobre todo cuando se trata de vender productos. La mera presencia de una gelatina de cerdo en un alimento es susceptible de generar probleamas.

Y si invitamos a un musulmán a comer, bien en nuestra casa o en otro sitio, y le ofrecemos algún alimento que tenga derivados del cerdo, hay que avisarle, sostiene.

En India, como en el mundo árabe, la religión es importante en las relaciones sociales. No visitar mezquitas en pantalón corto o con los hombros destapados son normas de respeto que todo el mundo debería conocer.

Pero a la hora de hacer negocios hay otros aspectos relevantes que conviene conocer pues la primera impresión, aun no siendo determinante, cuenta bastante para los indios, relata el director del Círculo Empresarial España India, Pradeep Bhargava, que entre 2008 y 2010 apoyó la internacionalización de la empresa catalana desde la agencia catalana para la competitividad.

EN INDIA NO SE CIERRAN TRATOS EN COMIDAS

Bhargava suele decirle a los españoles que tengan en cuenta que en India no es costumbre cerrar negocios durante una comida. «Para ellos la función fundamental de una comida es alimentarse de manera que no hay que esperar comidas de dos ó tres horas», explica. Se puede hablar de negocios, claro, pero no es el contexto adecuado para concretarlos.

Este experto recomienda al empresario español que esté preparado para aceptar la invitación de un indio a su casa, porque en este país es habitual acercar al entorno familiar a los conocidos, aun cuando no haya una relación muy estrecha.

¿Y qué aportar como obsequio? No es recomendable llevar bebidas alcohólicas, pues mucha gente no bebe. «Lo más típico, unas flores o unos chocolates», responde Bhargava, que apunta que muchos indios son vegetarianos.

En general, Bhargava aconseja no sacar temas religiosos o políticos ante nuestros interlocutores y, ante todo, «observar cómo se comporta el otro» si tenemos dudas acerca de cómo debemos comportarnos en un determinado momento.

Como en Europa, no se suele fumar dentro de las oficinas. Y un pequeño apunte, concluye este experto, «la tarjeta de visita se coge con las dos manos».

Eunsook Yang, encargada del módulo dedicado a Corea, subraya la importancia de tener «información previa» del país, aunque no sea muy profunda, a la hora de estudiar abrir negocios allí.

Esta doctora en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid advierte de que en Corea las relaciones personales tienen mucha importancia, por lo que es habitual que antes de hablar de negocios un coreano quiera conocer aspectos de la vida personal de su futuro socio en una o dos citas en un restaurante o en un local tomando una copa.

Los coreanos suelen ofrecerte que pruebes un bocado de su comida como gesto de hermandad, por lo que se debe aceptar, aunque sea algo que no nos guste o que ni siquiera comamos y dejemos en el plato. Lo importante es aceptarlo.

También es normal que un coreano pregunte a su interlocutor aspectos personales como la edad, lugar de residencia o sobre su familia o hijos.

NO MIRAR FIJAMENTE A LOS OJOS EN COREA

Un consejo que Eunsook Yang da específicamente a los españoles es que eviten «mirar fijamente a los ojos durante mucho tiempo», sobre todo en reuniones de trabajo ante superiores de la empresa. En la cultura coreana, hacer esto se interpreta como un gesto desafiante.

De manera que, cuando uno se entreviste con una persona de esta nacionalidad, es recomendable no mirar fijamente a los ojos todo el tiempo, sino desviar la mirada en ocasiones.

Al saludar, en cambio, sí hay que mirar a los ojos durante «unos segundos», explica Eunsook Yang, que hace otras dos advertencias: no escribir nunca en rojo el nombre en una tarjeta de visita, pues este color, asociado a un nombre, significa que la persona está muerta.

Y nunca, nunca se puede sonar uno la nariz en la mesa. «Se percibe como una guarrada. Por eso si te gotea, te puedes limpiar pero sin hacer ruido», señala entre risas.

El precio del curso, que se desarrollará entre febrero y junio por módulos, oscila entre los 110 y los 160 euros por módulo.